Metroidover
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A-Voq es un Luminario que aparece en Metroid Prime 2: Echoes, en las Ciénagas de Torvus, en una zona llamada Acumulador de Energía de Torvus.

Historia[]

Él era el centinela que custodiaba el Acumulador de Energía de las Ciénagas de Torvus. Al igual que muchos guerreros Luminarios, muere debido a la guerra que hubo contra los Oscuros. Su cadáver se encuentra junto al Acumulador, y sólo se comunica con Samus Aran a través de un Proyector Holográfico Luminario, dejando un mensaje antes de morir. Él le informará a Samus acerca de lo ocurrido en las Ciénagas de Torvus, y le dará la misión de ir al Templo de Torvus Oscuro para recuperar la energía robada.

Después del mensaje, Samus podrá escanear y abrir las compuertas de color verde. Cuando Samus restaure la energía de la zona, aparecerá el holograma de A-Voq, agradecido, y desaparecerá para descansar en paz. El holograma no podrá volver a verse después de restaurar la luz.

Escaneo[]

Bioescaneo finalizado. Luminario muerto hace 1,2 decaciclos. Además de las heridas de combate, el sujeto presenta numerosos signos de intentos de posesión oscura. Resistir estos ataques requiere una gran resistencia física y psíquica.

A-Voq MP2

Mensaje de A-Voq[]

“Un gran guerrero ha llegado al Templo de Torvus. ¡Qué él se alce victorioso donde yo he fracasado!

Soy A-Voq, último Centinela de este templo. Escucha mis palabras.

Como ves, este templo ha sido asolado por los desastres de la guerra.

La cámara principal está prácticamente intacta, pero la mayor parte del templo se halla ahora bajo el agua.

Deberás adentrarte en las salas inundadas para encontrar las Llaves que te permitirán entrar en el templo del lado oscuro.

Las aguas de Éter Oscuro son traicioneras y venenosas. Procura no caer en ellas.

He actualizado tu Módulo de Traducción. Ahora tendrás acceso a las puertas y dispositivos codificados con hologramas de color verde. Explora las nuevas áreas accesibles.

Los Oscuros pondrán gran celo en encontrar la luz que llevas contigo. No los subestimes.

La hora de las palabras ha terminado. Es la hora de la caza: ¡que la Luz de Éter mantenga firme tu pulso!”


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