Metroidover
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Importante leer[]

Estoy trabajando con este fic y su continuación donde se relacionara con el anterior: Metroid Darkness. Llevo ideado una gran parte del próximo fic y va bien, pero para que funcione es necesario que este fic sea reiniciado. Sólo será un único reinicio, todo el concepto y la trama ya están trabajados, no durará mucho pues es un preludio para lo que viene. De nuevo, una disculpa.

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Mi nombre es Samus Aran, soy una cazarrecompensas espacial. Voy a narrar una nueva historia, todo un suceso de misterio y violencia extrema. Ha pasado un año desde que Samus Oscura y su ejército fue derrotado, con la consecuente caída de Urtraghus, de los comandantes corruptos, pero sobre todo la erradicación total del Phazon en el universo. Todo esto es historia.

Recientemente me he dedicado a buscar nuevas recompensas por parte de la Federación o de civilizaciones ajenas a ella, la paga es excelente para ser tiempos de paz, no me quejo en absoluto. Mi residencia es en el planeta Daiban, en una ciudad llamada "Ferronova", nombre que se debe a sus imponentes rascacielos de aspecto metálico, aunque no lo sean enteramente, que son atravesados por autovías que llevan tanto al interior de la ciudad como a otras localidades vecinas a ellas; esta ciudad también es conocida por su alta actividad laboral y tráfico de transeuntes y vehículos a cualquier hora en cualquier día, también destaca su población de 25 millones de personas, entre otras cosas.

Yo vivo a las afueras de la ciudad, en una pequeña casa en una pradera donde reina el silencio, un lugar perfecto para dormir por las noches y más por la maravillosa iluminación que la ciudad produce a esas horas, sorprendentemente las estrellas son claramente visibles a pesar de la luz emitida, las veo unos cuantos minutos cada noche.

Claro, no todo es color de rosa. En la ciudad existe una organización criminal que se autodenomina "Perros del Infierno", un grupo delictivo dedicado a crímenes típicos que ya conoces: drogas ilegales, trata de blancas, lavado de dinero, etc; todas estas actividades realizadas en horarios nocturnos. El Departamento de Policía de Ferronova (FPD por sus siglas en inglés) ha logrado capturar a uno que otro miembro afiliado al grupo, pero a pesar de ello no han podido saber dónde se encuentra la célula principal de actividad, además ha mantenido enfrentamientos contra ellos donde han perdido muchos elementos policíacos. Perros del Infierno no solo sabe cómo ocultarse de la ley, también sus miembros cuentan con armas de uso militar y saben cómo usarlas.

Es aquí donde entro yo. El mismo departamento de policía ha contratado mis servicios para ayudarles a desmantelar al crimen organizado de Ferronova, pero esta historia no se limita a ello únicamente. En esta historia existe otra amenaza a considerar, algo ajeno al gobierno o a los criminales, algo letal e inteligente.

1. Cateo[]

100, 000 unidades en efectivo por participar en esta misión, nunca antes me interesó todo este asunto del crimen organizado en Ferronova, pero no podía desperdiciar esa oportunidad con una jugosa recompensa para ser una misión sencilla. Era un 14 de Abril, fui citada al departamento de policía para el medio día, llegando la hora abordé mi nave y aterricé en el tejado de la estación. Me dirigí entonces a una sala de reunión donde me esperaban sentados los altos oficiales de la policía junto al alcalde de la ciudad.

- Buen día, señorita Aran. Por favor tome asiento, estamos por comenzar la presentación. - dijo el alcalde.
- Claro. - respondí.

Un proyector en la mesa central se encendió y mostró en la pared la diapositiva de presentación, siendo solamente el logo de la policía: una estrella similar al del logo de la Federación Galáctica pero de color rojo, con las siglas FPD bajo la insignia.

- Caballeros, estamos reunidos hoy aquí para poder dar fin al grupo criminal autodenominado "Perros del Infierno". Como todos sabrán, hemos intentado desmantelarlo desde hace algunos meses, pero todos esos intentos han terminado en fracaso. - explicó el comisionado, mostrando imágenes de policías en plena acción, explosiones, destrozos y bajas, luego el teniente le siguió después.
- Hemos recolectado toda la información que hemos podido sacar, sus ingresos son obtenidos por actividades ilegales que hemos pasado por alto, fueron buenos ocultándose de nosotros hasta que por fin pudimos descubrirlos, pero para ese entonces ya habían reunido suficiente poder para rivalizarnos, contando con un estimado de 100 miembros, todos ellos equipados con armas de alto poder exclusivos del ejército. - explicó el teniente.
- ¿Saben quién es el cabecilla principal de Perros del Infierno? Puede que su pérdida resulte en un duro golpe para ellos. - opiné.
- Si, es él. - dijo el sargento, cambiando la diapositiva a otra que mostraba el rostro del criminal principal.

Mogar Apogs, más conocido por su sobrenombre "Cerbero", era el líder de Perros del Infierno. El más buscado de la ciudad era un sujeto de la especie Oni, una raza de humanoides de piel reptiliana con dos cuernos curvados en la frente, garras y colmillos afilados, ojos negros y muertos, generalmente de dos metros de estatura y fuerza física superior a la de un humano corriente, nativo de un planeta nombrado por la Federación como STG-72. La especie en sí no es amistosa con otras civilizaciones, pero a pesar de ello nunca han invadido ni atacado a nadie.

- Ahora el más grande problema ha sido reencontrarlos cada vez que hemos intentado neutralizarlos, pues Mogar siempre logra escapar a otra localización mientras sus hombres nos contienen en batalla, aun a costa de que pierda subordinados, algo que no parece importarle puesto que de algún modo los repone con facilidad. - dijo el teniente.
- ¿Sabemos dónde están ahora mismo? - preguntó el alcalde.
- Si. - respondió el comisionado a la vez que cambió a una diapositiva que mostraba un edificio abandonado. - De acuerdo a nuestros exploradores, están en una vieja procesadora de alimentos, propiedad de una compañía que cambió de dirección hace un par de años, desde entonces no ha vuelto a ser ocupada. Otra cosa, teniendo esas características, es muy posible que esta fábrica sea la productora de sustancias alucinógenas, a la vez que puede ser la base de operaciones principal.- explicó.

La propiedad en cuestión era, en realidad, de dos estructuras prismáticas rectangulares "acostadas" de dos pisos unidas por puentes, de color metálico oxidado (por su abandono) y con un par de silos de almacenamiento. La ubicación de este lugar estaba a las afueras de la ciudad rodeado por un campo abierto de pradera. Luego de todo esto quedaba por discutir el plan de ataque, donde entraba yo.

La verdad era sencillo, yo me tenía que infiltrar por mi cuenta y capturar a Mogar, quien debía estar en la antigua oficina del CEO de la compañía alimentaria (de acuerdo a los exploradores antes mencionados), supervisando todos los movimientos financieros mientras era protegido por sus guardaespaldas, cumpliendo lo mío el resto se lo dejaba a los agentes. Todo esto debía hacerse por la noche en ese mismo día, el momento cuando Perros del Infierno realiza sus actividades. Logrando lo cometido, se traduciría como el fin del crimen organizado en Ferronova.

Llegó el momento, las 21:00 horas, casi todos los elementos policiales se mantuvieron ocultos en la sombra de la noche, donde no pudiesen ser vistos por los guardias del bando contrario; yo, por mi parte, me encontraba oculta en la hierba muy cerca del objetivo. Todo parecía perfecto... pero yo noté algo raro en el ambiente, no solo por la ausencia de vida en toda la zona, sentía que algo me observaba.

- Samus, estamos todos en modo de espera. ¿Lista? - avisó el comisionado, pero no le respondí por la sensación de antes. - Samus, ¿está todo bien? - preguntó.
- No lo se, creo que no. Digo, debería haber guardias vigilando el exterior pero no hay nadie, además no veo ninguna luz encendida, algo está raro. - expliqué.
- Quizás están haciendo creer que la propiedad continúa en abandono, intentando engañar a todo el mundo. Samus, puede que hayan instalado sistemas de vigilancia ocultos por toda la cuadra, intenta localizarlas y ten cuidado. - advirtió el comisionado.

Hice lo indicado, mi visor no detectó ni sistemas de seguridad ni fuerzas hostiles, de hecho me adentré a la propiedad como si nada y llegué a un conducto de ventilación ubicado en la parte trasera del edificio donde estaba la oficina principal, por ahí podía entrar con mi Morfosfera hacia dicha oficina para así poder capturar a Mogar.

- Voy a entrar. - avisé.

Rompí la rejilla y entré por la red de ventilación, en mi radar estaba el mapa de ambos edificios y sabía por donde debía ir. Fue cuando llegué justo a la oficina principal en el segundo piso, deposité una Bomba que destruyó la rejilla, caí al suelo, inmediatamente me transformé y me preparé para la batalla... descubriendo así que estaba vacía la oficina, con las luces apagadas.

- Habla Samus, no hay blanco, repito, no hay blanco. - reporté.
- ¿¡Qué!? ¿A qué te refieres? - preguntó el comisionado, inquieto por mi reporte.
- Eso mismo, no hay nadie... espere un momento, la ventana muestra hacia el área de producción, en el piso inferior. - dije.

Me acerqué a la ventana, todo estaba a oscuras. Normalmente si hay alguien ahí procesando alimentos o drogas deberían estar las luces encendidas, nadie puede trabajar a oscuras, y de hacerlo con ayuda de equipos de infrarrojos o algo por el estilo sería algo completamente incomodo. Si yo quería ver con claridad, tenía que activar la visión nocturna de mi visor, pero por alguna razón algo me decía que no debía hacerlo. Llámalo instinto o lo que sea, pero hice caso omiso, entonces activé la visión nocturna. El suspenso en el aire se convirtió en un horror total: había mucha sangre regada en toda el área, agujeros en los muros hechos por balas y sus respectivos casquillos en los suelos, cadáveres de lo que parecían ser de la banda criminal junto a sus armas, algunos con una expresión de terror, como si el mismo demonio se les hubiese aparecido frente a ellos, otros estaban decapitados, a otros se les arrancó la columna vertebral junto a sus cráneos; pero eso no era lo peor: varios cadáveres se encontraban colgados bocabajo con cuerdas atadas a sus tobillos y enganchadas al techo, la mayoría estaban despellejados por completo, mientras que otros cuantos estaban desnudos pero manchados en su propia sangre. En el mejor de los casos, habían cadáveres completos, muertos de una manera menos grotesca.

- ¿Samus? ¿Qué estás viendo? - dijo el comisionado.
- Será mejor que lo veas. Algo es seguro: Mogar se ha ido. - confirmé.

Todos los agentes que participaban en la operación rodearon y ocuparon la propiedad, los forenses comenzaron a recoger los cadáveres y toda la evidencia posible para poder descifrar lo que había pasado, algo que yo también estaba haciendo con ayuda de mi Visor de Escaneo para obtener respuestas de manera instantánea. Entre ambos edificios (en el otro también se encontraron cuerpos sin vida) se contaron un total de 40 fallecidos. Mientras seguía con lo mío, el comisionado se me acercó para preguntarme si descubrí algo.

- Esto es lo que sé: llevan por lo menos dos horas muertos, todos; diría que fue obra de alguna banda criminal rival, pero no existe ninguna otra en Ferronova, además de esto hay más detalles que me inquietan. - dije.
- ¿Aparte del hecho que despellejar y colgar varios cadáveres a diez metros del suelo tomaría más tiempo de lo que llevan muertos? ¿Aún si tienes a un grupo de gente contigo? - comentó el comisionado.
- Mucho más que eso. Primer lugar: si Perros del Infierno fue atacado por algún grupo de personas desconocido, deberían de haber bajas del bando contrario, pero todas las víctimas son del mismo equipo, se puede saber porque cada miembro de la organización cuenta con un tatuaje de un sabueso en la mano, ¿o no?. - expliqué.
- Exactamente. - afirmó el comisionado.
- Segundo lugar, lo más inquietante: hay balas incrustadas en los muros, en todos, como si los fallecidos hubiesen sido rodeados en cada esquina, según mi escáner todos los casquillos encontrados salieron de las armas de los decesos; ¿qué quiero decir? Todos fueron víctimas de un arma blanca filosa, en especial porque CADA UNO de ellos murió por cortadas profundas. - continué explicando.
- Eso lo noté también, pero es imposible, no hay modo que un grupo fuertemente armado sea vencido con armas de cuerpo a cuerpo, ¿estás segura de lo que dices? - dijo el comisionado, dudoso por lo que le estaba diciendo.
- Puedes esperar tres horas en la morgue y los forenses terminarán diciéndote lo mismo. Ahora un último punto, pero no menos importante: ninguna de las víctimas despellejadas presenta huellas, queriendo decir que se hizo con ayuda de alguna herramienta de corte láser. - tras terminar de decir las explicaciones, suspiré y concluí con lo siguiente. - Quienes lo hayan hecho, fueron muy rápidos, demasiado; borraron todo rastro de ellos y de alguna manera salieron vivos aún tras combatir con armas blancas. Mogar fue alertado por sus subordinados y logró escapar junto con, posiblemente, el resto de sus hombres mientras que los que se quedaron aquí combatían contra la amenaza desconocida.
- Extraño... - dijo el comisionado.
- Si. - acordé. - Plus, la expresión de sus rostros... como si el diablo hubiese hecho acto de presencia, ¿qué fue tan aterrador para ellos?

En un silencio con aire de misterio, el comisionado se quedó pensativo un momento, hasta que su consciencia volvió al presente.

- Samus, ahora tendremos que lidiar con dos problemas, oficialmente tu trabajo ha terminado aquí, pero nos encantaría que siguiéramos trabajando en conjunto. Podemos pagarte algunas unidades más si aceptas. ¿Qué dices? - me preguntó el oficial, con una nueva oferta que acepté: 150 000 unidades.

Luego de cerrar el trato, uno de los médicos forenses vino corriendo hacia nosotros para informarle algo al comisionado: hubo un sobreviviente. El sujeto en cuestión, gravemente herido, estaba siendo trasladado al hospital general de Ferronova a disposición y vigilancia de las autoridades, el comisionado y yo abandonamos la fábrica dejando a cargo la investigación al teniente, mientras nosotros seguíamos a la nave médica que transportaba al herido. Hay algo que debes saber: al momento de salir al exterior de la fábrica y de estar a punto de ir a mi nave, noté la misma presencia extraña de antes, la que me estaba observando; aunque no podía ver nada sospechoso lo sentía, pero a pesar de ello decidí seguir con lo mío, con mis sentidos alerta en caso de que aquella sensación fuera algo "real".

Toda la escolta, yo incluida, llegamos al hospital y el herido fue rápidamente atendido por los médicos, quienes lograron cerrar sus heridas y detener la hemorragia de su abdomen, pues por lo visto fue atravesado de lado a lado con un objeto punzante. Luego de una hora (12:04 a.m, siendo ya 15 de Abril) el sujeto se estabilizó y su sangre perdida estaba siendo recuperada con sangre artificial, el cirujano nos avisó al comisionado y a mí que el paciente, un humano llamado Sirrel Crepax, despertó veinte minutos después de la cirugía, así que fuimos a visitarle a una Habitación de Cuarentena, donde se encontraba en una camilla conectado a un monitor cardíaco y siendo vigilado por una Torreta Alabarda (equipada con tranquilizantes, que dispararía en caso de que el paciente intentara huir o moverse de su lugar sin autorización).

- Buenos días, Sr. Sirrel. Soy el comisionado Harper Freeman, del Departamento de Policía de Ferronova. Hemos venido a visitarte y ver tu estado y también para... bueno, supongo que ya te lo imaginas. - saludó el comisionado Harper, presentándose ante el paciente con su placa holográfica de su pecho.
- Buen día, comisionado. Claro que me lo imagino, aunque no estoy muy seguro, no se si viene a preguntarme acerca de mis compañeros y del jefe, o de lo que pasó hace algunas horas. Tal vez un poco de ambos. - dijo Sirrel, quien apenas podía mantener un tono adecuado de voz, pues estaba ronco a causa de la anestesia y el cansancio.
- De Mogar nos podemos encargar luego, acaba de perder cerca del 40% de sus hombres, así que no creo que actúe por el momento. No, queremos que nos digas con exactitud quiénes les patearon el trasero a ti y a tu banda. - dijo Harper.
- Bien, supongo que quedaré arrestado, coopere o no coopere, creo que no tengo nada mas que perder. Esto pasó: la energía de la base dejó de fluir y en consecuencia las luces se apagaron, todos preparamos nuestros rifles pensando que era un sabotaje de la policía. Yo estaba en el edificio B de la fábrica, aquella donde no está la oficina de nuestro jefe, y de pronto comenzamos a escuchar disparos y gritos en el edificio del al lado. No era la policía, lo supimos porque no vimos ningún rastro de ellos en la pradera, pero mientras tanto el jefe logró escapar junto con varios de los nuestros en vehículos terrestres, él en su transporte personal siendo escoltado por camionetas lejos de ahí, fueron hacia Ferronova. - explicó Sirrel.
- Continúa. - dijo Harper.
- En un determinado momento, los disparos y gritos cesaron repentinamente, no recibimos aviso de aquel lado ni tampoco nosotros pudimos contactar con ellos, supusimos entonces que todos ya habían sido asesinados. Todos a mi alrededor comenzaron a entrar en pánico, vigilando cada las esquina con tal de evitar ser tomados por sorpresa. La policía de esta ciudad no está muy bien preparada contra el crimen organizado, debido a la paz que ha reinado aquí por años, por ello creímos que fuimos atacados por una fuerza mayor como los Marines. Qué equivocados estábamos cuando vimos a "eso". - siguió narrando.
- ¿"Eso"? - recalqué.
- No se qué era, o quién, pero estaba acabando con cada uno de nosotros y no podíamos verlo, no por la oscuridad, literalmente no lo podíamos ver. Estábamos disparando a lo idiota, asustados; lo último que recuerdo es que me atravesó con algo en mi abdomen, se sentía como una lanza... y su rugido, ese rugido, ensordecedor y estremecedor... - contaba Sirrel, quien tras recordar de nuevo lo sucedido comenzó a sentir miedo.
- Espera un momento, ¿dices que alguien, completamente solo, hizo ese matadero? - interrumpió Harper, impactado por la increíble historia de Sirrel.
- Se que es difícil de creer, yo que estuve ahí aun no lo digiero. Comisionado, hay otra cosa que debo decir, no tengo pruebas para confirmarlo, pero estoy muy seguro que "eso" no es ningún hombre. - concluyó Sirrel.

Lo único que hicimos Harper y yo fue cruzar miradas pensando lo mismo: ¿qué diablos?. Por lo que nos contó Sirrel, pensé en que "eso" debía ser alguien de alguna especie no humana, bastante hábil en combate como para eliminar por sí solo a 40 hombres fuertemente armados, equipado únicamente con armas de cuerpo a cuerpo. Dijo también que era invisible, en Tallon IV habían Piratas Oscuros que concordaban en características que Sirrel mencionó: camuflaje, arma filosa (Guadaña Láser), rugido no humano, velocidad, etc. Pero, ¿por qué un pirata atacaría a un grupo criminal en una planeta de la Federación? ¿Más aún cuando se encontraban debilitados tras su última derrota?

No, no fue un pirata. Nadie sabía a qué nos enfrentábamos ahora, pero seguramente iba a ir tras el resto de la banda que se encontraba oculta en la ciudad. Era un misterio, entonces decidí salir del hospital para dar una vuelta en la ciudad y despejar mi mente, despidiéndome del comisionado para cuando nos volviéramos a ver. Al salir desactivé mi Traje quedándome únicamente con mi Traje de Civil, fui a caminar sin un rumbo en específico por el centro de la ciudad, aun pensando en ese mismo asunto inexplicable, ignorando la vida nocturna y luminosa que había en el ambiente.

Perdí la noción del tiempo, y para cuando me di cuenta ya eran las tres de la mañana, por desgracia no se me ocurrió una posible identidad para "eso", así que lo mejor era regresar a mi casa para descansar un rato, también porque estaba nublado y parecía que estaba a punto de llover. Me metí a un callejón y estuve por activar mi cañón para llamar a mi nave, pero fui interrumpida por un asaltante encapuchado que apareció frente a mi con una navaja en la mano derecha.

- ¡Dame todo lo que tengas, guapa! O mejor espera, pensándolo bien, creo que puedo obtener "algo mejor" de ti. - dijo el asaltante.

Ya suponía las verdaderas intenciones de ese sujeto, decidí reducirlo y desarmarlo, pero antes de hacerlo vi que una especie de mira láser, que provenía de una escalera pegada en un muro al final del callejón, apuntaba al asaltante justo en su espalda, de pronto un disparo de plasma, que vino del mismo lugar, mató al hombre destrozando su espalda y atravesando parte de su pecho, dejando un enorme hueco.

De aquella escalera vi que algo se movía, una silueta humanoide, y subió hacia el tejado del edificio, ese asesino tenía activado un camuflaje óptico que apenas yo podía ver por sus movimientos bruscos, debía ser él a quien buscábamos. Activé mi Traje y lo seguí, al llegar al techo solo vi dos contenedores de agua y una puerta que llevaba hacia el interior de mi edificio, sabía que mi objetivo estaba cerca mio, sobre todo porque volví a sentir esa sensación de antes, de ser observada.

La oscuridad de la noche tampoco me ayudaba, me encontraba apuntando a todos lados tratando de ubicar al sujeto con ayuda de mi retícula, cuando en ese momento escuché un sonido, no se cómo describirlo, lo único que se me ocurre es un montón de ramas rompiéndose a la vez. Como sea, otro rayo de plasma fue disparado justo encima de la puerta, pude esquivarlo y respondí con un disparo cargado de mi Rayo que no impactó contra nada, enterándome así que el enemigo cambió de posición.

Estaba anticipando otro ataque sorpresa, así fue cuando sentí detrás de mi que se me estaba acercando, pude verlo a duras penas, pero lo suficiente como para notar que estaba por atacarme con una especie de garra doble que tenía en la muñeca derecha, me cubrí con mi cañón evitando de esta forma el tajo, después fue mi turno y lo aparté de mi con una patada giratoria en su pecho. Ahora lo tenía frente a mi y ubicado con mi retícula, entonces escuché el sonido de relámpagos que provenían del cielo y comenzó a llover. El camuflaje de aquel sujeto comenzó a fallar debido a la lluvia, en otras palabras, era un dispositivo eléctrico que hizo cortocircuito, entonces se reveló su verdadera identidad.

- ¿Qué eres? - le pregunté, pues nunca había visto una especie similar: de mi estatura, cabello que le llegaba a los hombros y cuyo rostro estaba protegido por alguna clase de máscara o casco de donde venía su mira láser, garras, piel marrón de apariencia dura, un cañón en su hombro con el que disparaba su plasma; su pecho, hombros, antebrazos y piernas estaban protegidos por piezas de armadura, igual que es su espalda donde también guardaba una lanza; en su cintura tenía más herramientas cuya función no la sabría hasta después, el resto de su cuerpo no cubierto por armadura estaba adornado por algo similar a una red y un taparrabos.

La criatura emitió un rugido ensordecedor, creía que era el mismo que describió Sirrel, entonces levantó su brazo izquierdo y me disparó una clase de red que me derribó, no solo eso, se enganchó con el suelo y estaba haciendo presión para cortarme en pedazos, algo que no iba a funcionar puesto que mi armadura estaba resistiendo, pero parecía ser que mi enemigo sabía de esto, así que preparó su lanza que tenía en la espalda y dio un salto al aire para luego intentar derrotarme con su arma. Lo que hice después fue convertirme en Morfosfera y romper la red con una Bomba, ocasionando que esa criatura fallara su golpe de gracia, volví a mi forma original y le dispare con mi rayo, pero volvió a saltar evitando mi ataque y, en el aire, volvió a disparar su cañón pero por alguna razón falló a propósito y destrozó parte del techo.

Supe que lo hizo para levantar una cortina de polvo, entonces la batalla termino cuando, cegada por el mismo polvo y la intensidad con que iba lloviendo, alcancé a ver que el sujeto me arrojó su lanza, por fortuna pude moverme a tiempo, pero nunca me di cuenta que yo estaba justo en la orilla del edificio, y por ese movimiento fue que caí justo encima de un automóvil, destrozándolo y activando su alarma antirrobo sea de paso, la caída siendo de veinte metros; sin embargo pude aterrizar de pie, fue cuando noté que había una multitud de gente no solo observándome a mi, sino al humo y a las explosiones que se escucharon en el terreno de batalla, y para cuando intenté volver arriba para interceptar de nuevo a ese ser, escuché las sirenas de dos naves policíacas que llegaron tras ser reportadas una serie de explosiones en un edificio.

2. El Cazador[]

Los oficiales, entre ellos el sargento, me reconocieron en el instante que me vieron en la escena del crimen, me preguntaron que qué había pasado, yo les dije que hubo una batalla entre mí y una entidad desconocida, que tenía que reportarme con el comisionado cuanto antes. El sargento me dijo que Harper se encontraba en la base analizando algunas imágenes que capturó en la fábrica abandonada, con el fin de tratar de encontrar algo más que pudiese ayudar con el caso.

Llamé a mi nave y aterricé sobre el techo del edificio, salí y fui directo a la oficina del comisionado, donde estaba sentado frente a su escritorio y observando un ordenador, donde tenía guardadas las imágenes del caso. Luego de verme empezó una conversación.

- ¿Samus? Creí que ya debías estar descansando. – dijo Harper.
- Lo sé, pero acaba de ocurrir algo, de hecho, creo que te lo acaban de informar. – avisé.
- ¿Estabas en el lugar donde se denunciaron las explosiones? Será mejor que me cuentes lo que pasó. – dijo Harper, sorprendido.

Le conté todo, le describí a la criatura que me enfrenté y el armamento que utilizó en nuestra pequeña batalla, al hombre que asesinó con ese cañón de plasma, además le mandé a su ordenador una captura que mi Traje guardó del enemigo mientras luchaba contra él, cuando su camuflaje hizo corto circuito.

- ¿Pero qué es eso? - comentó Harper, impactado.
- No tuve oportunidad de escanearlo, pero estoy muy segura que es él a quien buscamos, coincide por completo en los datos que tenemos hasta ahora, además es muy hábil y estratégico, me creo que él pudo acabar con cuarenta guerreros por sí solo. – dije.

En ese momento, un oficial entró a la oficina solicitando la presencia del comisionado en la sala de evidencias, lo acompañé a dicho cuarto donde pude ver varios estantes donde se guardaban evidencias de crímenes, ubicados todos en los cuatro muros de la sala, mientras que en el centro estaba una mesa rectangular donde dos policías se encontraban rodeándola, observando algo sobre ella, un objeto que reconocí al instante.

- Señor, recuperamos este artefacto mientras investigábamos la escena del crimen, estaba enterrado en el muro de un edificio más alto de al lado, parece ser algún tipo de lanza. – explicó un oficial.
- Samus, ¿sabes qué es? – me preguntó Harper.
- Si, me lo arrojó justo antes de que la batalla se interrumpiera. Puedo hacer un análisis rápido, si quieres. – propuse.
- De acuerdo. – respondió el comisionado.

Los datos que arrojaron mi visor fueron los siguientes: estaba hecho de una aleación rara de metales desconocidos, haciendo al arma muy ligera y extremadamente resistente a la vez, además de que su filo podía atravesar hasta los metales más duros. De diseño básico, pero reitero, era una aleación no conocida, queriendo decir que era tecnología extranjera, pero ¿de qué especie? Si tan solo hubiese escaneado a esa criatura, sabría más acerca de él, pero el calor de la batalla me lo impidió. Sin embargo, averiguaría nuevas cosas más adelante.

- Tenemos los siguientes datos, entonces: tecnología desconocida para la federación, que incluye armas de cuerpo a cuerpo que se complementan con un cañón de hombro de plasma y una pistola de red; además de un dispositivo de invisibilidad, que, por supuesto, nos pondrá las cosas mucho más difíciles. - resumió Harper.
- Aun puede haber otra manera de encontrarlo. Aun hay criminales de Perros del Infierno sueltos, no sabemos por qué está tras ellos, pero si logramos dar con los miembros restantes, podríamos dar también con el asesino. Además, algo me dice que no será la última vez que nos enfrentemos, no estoy segura, pero siento que también intenta matarme. - opiné.
- ¿Tu crees? Como sea, es buen plan, pero ya quedan un par de horas para el amanecer, deberíamos descansar un rato para continuar con esto en el día, nuestros oficiales nocturnos trabajarán en el caso. Te esperaré aquí a partir de las 10 de la mañana, puedes llegar un par de horas después, si lo deseas. - dijo Harper.

Entonces volví a mi hogar en la pradera, fue una larga noche lleno de incidentes que, en lugar de responder mis preguntas, añadieron otras más que tampoco podía encontrar respuesta alguna. Ese alienígena, un guerrero formidable experto en el sigilo. ¿Qué lo motiva a matar a la gente indeseable? ¿Qué quiere conmigo? Mientras estaba recostada a punto de entrar en sueño, reflexioné y supe que me había estado observando desde que llegué a la fábrica, hasta el momento donde le disparó a aquel adicto y comenzó nuestra primera batalla. ¿Por qué a mi? ¿Por qué no a los policías que también se involucraron? Algo vio en mí, algo que lo atrajo. Era una hipótesis, pero tal vez me vio como un objetivo poderoso y decidió seguirme, ahora que ya me había enfrentado era seguro que nuestro próximo encuentro no iba a ser nada fácil.

Por todo lo que pude ver de él, su forma de luchar, su apariencia, le puse un mote más que adecuado: decidí llamarlo "El Cazador".

Desperté a las 11 de la mañana, dormí un total de siete horas, más que suficiente. Era uno de esos días en que hacía un calor infernal, algo común que sucedía a mitad de Abril en esta región de Daiban. Preparé mi desayuno de siempre: fruta, yogur y jugo verde. Me senté en el comedor a desayunar mientras encendía el televisor holográfico, dejándolo en el noticiero. Mi apetito desapareció cuando la reportera dio a conocer las noticias de último minuto, en vivo.

Buenos días, soy Marie Shaw reportando en vivo frente al departamento de policía de Ferronova, edificio que acaba de ser atacado hace algunos minutos por una fuerza desconocida. Los testigos han narrado que llegaron a escuchar sonidos de disparos y explosiones en el interior, no sabemos que ha ocurrido pero parece ser que las autoridades lograron mantener el control y han acordonado la zona. Se reportan varios oficiales muertos y un herido, quien este último resulta ser el comisionado Harper Freeman. Harper ha sido trasladado en una aeronave médica hacia el hospital general de la ciudad, donde se reportó como herido de gravedad. Detrás de mi vemos un agujero en la pared del quinto piso de donde sale humo blanco, causado por una explosión que cuyas llamas fueron sofocadas...

Me preparé y fui rápidamente a la escena del crimen, atravesé la multitud que estaba reunida alrededor y me adentré al edificio, me topé con varios oficiales a quienes les hablé intentando obtener información de ellos, pero ninguno se detuvo para hablarme, todos estaban en pánico y alerta por lo sucedido. Aún tratando de investigar, fui hacia la oficina del teniente en el primer piso, quien estaba coordinando a sus hombres para varias tareas, ya sea para alejar a los curiosos y a los medios, o la más importante de todas: movilizar tropas para hallar a los responsables. Me le acerqué cuando terminó de dar instrucciones, por fortuna el me prestó atención.

- Ah, Samus, eres tu. - dijo el teniente, llamado Wes.
- ¿Pero qué pasó aquí? - le pregunté.
- Las cosas se pusieron intensas, todo comenzó con una explosión que se originó en el quinto piso, si, el agujero que se ve desde afuera; todos desenfundamos nuestras armas y fuimos hacia ese piso porque escuchamos también gritos y disparos, no hubo tiempo de ponernos nuestras armaduras de combate, Harper sufrió de un corte en el abdomen en el que sangraba profundamente, lo salvamos cuando llegamos a su posición y disparamos contra el agresor, pero saltó por la ventana de la oficina del jefe antes de que alguna de nuestras balas lo alcanzara. El punto es que murieron muchos de los nuestros y él escapó. - me contó.
- ¿Él? ¿Te refieres a...? - dije, suponiendo de quién se trataba.
- Si, Samus, aquel sujeto del que nos hablaste, el mismo que hizo nuestro trabajo en la fábrica. - confirmó.
- El Cazador... - pensé.
- Hasta el momento nos ha atacado a ambos bandos, incluso a ti. No sabremos sus planes, pero sea lo que sea debemos detenerlo a como dé lugar. - dijo Wes.
- ¿Cómo, exactamente? - le pregunté.
- He enviado docenas de naves de patrulla para que circulen alrededor de toda la ciudad, lo interesante es que he autorizado los visores infrarrojos tanto en las mismas naves como en los visores de nuestras unidades. Solo esperemos que ese monstruo no sea de sangre fría. - explicó.

No tuve nada más que saber, ahora tenía qué actuar. Como dijo Wes, está cazando a ambas partes, y si también me buscaba a mi, pues tal vez yo era la clave para encontrarlo. Honestamente, la idea de Wes era buena, pero en una ciudad tan grande como Ferronova es demasiado difícil mantener vigilados todos los sitios a la vez. Salí de la comisaría y caminé por la ciudad por un par de horas, aunque el calor en la intemperie fuese abrasador, pues aun con la ropa ligera que llevaba podía sentir la temperatura de 45° C sobre mi. Quería activar mi Traje para ventilarme un momento, pero por desgracia me encontraba en zonas muy transitadas y llamaría mucho la atención. Seguía caminando, esperando a que el Cazador estuviese cerca para poder darle fin, pero no pude notar ninguna presencia inusual.

En fin, ya eran las 15:00 p.m, sin resultado alguno, entonces decidí detenerme en un campo deportivo que se encontraba en un callejón y activé mi Traje, aprovechando que no había nadie quien pudiera verme. Me senté en el suelo bajo la sombra, para que luego de un par de minutos llegaran dos camionetas de color negro, entrando por uno de los callejones que daba hacia una avenida. Se detuvieron frente a mi, entonces de los vehículos bajaron en total doce hombres, armados con Rifles de Asalto de la Federación y con el tatuaje de un sabueso en sus manos, junto a su líder que reconocí al instante, un hombre-reptil de piel escamosa y de color verdoso que no portaba ningún tipo de vestimenta, el criminal que buscábamos antes que el Cazador: Mogar Apogs, cabecilla de Perros del Infierno. Les apunté con mi Cañón creyendo que venían a matarme, pero ninguno de ellos alzó su arma, por órdenes de Mogar.

- Por favor, no hemos venido para hacerte daño. - afirmó Mogar. - Sólo quiero hablar contigo.
- ¿Hablar? Si es así, ¿por qué vienes con tus guardaespaldas? - le pregunté.
- Bueno, tu y yo sabemos por qué. Ese "camaleón", nos está persiguiendo, toda mi gente ha desertado, excepto los que tienes frente a ti. De hecho, vine a hablar sobre esa criatura, tengo información que nos concierne a todos. - contestó.
- Más vale que sea algo de utilidad, o los llevaré a todos ustedes a prisión. - le advertí.
- ¿Y si te digo que ya lo he visto antes? - dijo.
- ¿Qué? - dije, desconcertada.
- Hace veinte años, en mi planeta, hubo una serie de asesinatos cuyas víctimas fueron soldados que mantenían una base en una jungla. Todos fueron brutalmente masacrados, igual que como lo hicieron con mis hombres en nuestra guarida, pero luego de algunos días nuestros guerreros se las arreglaron para acabar con él. ¿Cómo lo hicieron? Te preguntarás. Bien, encontraron la manera, verás, cuando el "camaleón" se vuelve invisible, no lo hace ante todo, suelta feromonas que pueden delatar su posición si prestas la suficiente atención a cualquier distorsión del ambiente que notes, así que emplearon bestias olfateadoras que ayudaron a detectar al sujeto, pues nuestros infrarrojos tampoco podían verlo. Eso no es todo, descubrieron que la criatura puede ver cualquier rastro de calor por medio de una visión térmica que existe en su máscara, lo supieron cuando un soldado se ocultó de él sumergiéndose en el fango, ocasionando que el "camaleón" lo perdiera de vista. Ahora, te preguntarás qué hicieron con el cuerpo, bueno, antes de que fuera transferido a los laboratorios de investigación, su cuerpo se autodestruyó y con él todo su equipo electrónico. - explicó Mogar.
- Admito que es interesante... pero si dices que mataron a la criatura, la que está en esta ciudad no debe ser la misma. ¿Qué esperan obtener con estas acciones? - comenté.
- Por la forma en que mataba a aquellos soldados, como si fueran trofeos de cacería, puedo concluir que lo hacen sólo por mero deporte. Curiosamente, en aquel tiempo, la temperatura ambiental llegaba a 40° C, aquí es algo similar, pero habiendo tantos otros lugares calurosos, la pregunta sería por qué decidieron ir a mi planeta, o esta ciudad. Aquella base que te mencione alberga soldados Oni élite, los mejores en nuestras filas; mientras que aquí sólo hay policías y ladrones, que en comparación con los Oni élite se quedan cortos. Sus objetivos son seres de alta maestría en combate, pero en Ferronova ¿qué clase de guerrero existe como para que un "Camaleón" se de un paseo por aquí? - dijo, observándome.
- Me busca a mi... - pensé.
- Tu eres su mayor trofeo, pero antes ha hecho un calentamiento asesinando a mis hombres y a los agentes de la comisaría, su primer intento de reclamarte falló, pero cuando regrese estará mejor preparado, es cuando... ¡Ah! - gritó, a causa de una lanza que lo atravesó de espalda a pecho, asesinándolo instantáneamente.

Todos vimos la dirección del ataque, vino de una repisa frente a una ventana de uno de los edificios, así que yo y los guardaespaldas disparamos hacia esa dirección, pero el Cazador había cambiado de posición. Mientras los hombres de Mogar tomaron una formación circular, cubriendo cualquier punto ciego, yo recordé lo que el criminal me dijo acerca de las feromonas y empecé a buscar distorsiones en el área, de pronto, vi que una silueta borrosa y transparente aterrizó en medio del círculo que formaron los "perros", el cazador desactivó su camuflaje, sacó una espada que tenía en el muslo y acuchilló a cada uno de mis "aliados" hasta matarlos a todos, luego tomó su lanza del cadaver de Mogar, quedando únicamente él y yo.

- Nos volvemos a ver. - dije, a lo que el cazador respondió con un rugido.

Esta era mi oportunidad de escanearlo, quizá no habría otra ocasión para saber algo más. Activé mi visor y mi escáner arrojó nueva información.

3. Duelo de cazadores[]

Morfología: Yautja Élite. Depredador galáctico, experto en el combate cuerpo a cuerpo y a distancia. El sujeto pertenece a una clase Élite de entre los de su especie, haciéndolo un enemigo peligroso a cualquier distancia. Posee un variado arsenal de armamento letal que puede puede causarte graves daños, sin embargo, su especialidad es el combate cuerpo a cuerpo. Su dispositivo de invisibilidad lo hace completamente invisible frente a varios ojos, aunque un visor especial y cualquier vista en Rayos-X pueden revelar su posición. Su máscara le permite cambiar de espectros para detectar a sus enemigos, ¡intenta arrebatársela!

Clase élite... Mogar dijo que esta especie cazaba por deporte a las presas potencialmente fuertes que pudiesen encontrar, pero este Yautja fue detectado por mi visor como de tipo "Élite", indicando que mi enemigo ya tenía mucha experiencia en combate, así que por eso no debía bajar la guardia.

Estábamos frente a frente, esperando a que alguno de nosotros diera el primer golpe, durante esos segundos yo estaba pensando en la manera de lidiar con su invisibilidad, fue cuando recordé nuestra primera batalla, donde el agua de la lluvia causó un cortocircuito a su dispositivo. Por desgracia el día estaba soleado, pero justo a mi lado había un bebedero rectangular de agua potable que era usado por las personas que iban a pasar el rato en ese campo deportivo, así que le disparé y el agua que salía a presión alcanzó a mi enemigo, impidiendo su uso de su invisibilidad, luego, sin perder tiempo, le volví a apuntar al cazador y le disparé a su cañón de hombro, un disparo que destruyó su arma de energía. El Yautja tomó del lado izquierdo de su cinturón tres bombas redondas que, como represalia, me arrojó, pero pude evitarlas deslizándome a un lado y sus bombas impactaron contra una de las camionetas del grupo de Mogar, ocasionando una explosión que envió varios trozos del vehículo por el aire, uno de gran tamaño, que creo que era una puerta, fue impulsado hacia mi y pude esquivarlo, aunque el Yautja vio esto como una oportunidad para seguir atacando y fue más rápido, momento en que tomó un par de artefactos parecidos a discos de ambos lados de su cinturón, pulsó un botón sobre ellos y brotaron una serie de cuchillas que rodeaban los discos, dándoles un aspecto de "Shuriken".

El cazador me arrojó las Shuriken, una después de otra, para la primera me agaché y el shuriken quedó enterrado en una pared detrás de mi, mientras que para la segunda di un salto hacia atrás que me permitió evitarla y también se enterró en la misma pared de antes, sin embargo no conté con que esos Shuriken tenían un efecto "búmeran, es decir, podían regresar hacia su portador una vez lanzados si éste lo deseaba. ¿Qué sucedió? Este efecto me tomó por sorpresa, los Shuriken regresaron hacia su dueño y yo me encontraba justo en medio del camino, un disco de estos hizo un corte en las costillas de mi Traje, mientras que el otro rasgó mi hombrera derecha. Mi Traje no estaba totalmente equipado, esas armas eran de alto poder y yo sólo contaba con 99 unidades de energía y tenía puesto mi Traje normal, insuficiente para resistir algo tan afilado como esos Shuriken; mi Traje está unido nerviosamente con mi cuerpo, por lo tanto pude sentir el dolor de los cortes, algo que mi enemigo aprovechó para arrojarme su lanza que perforó el blindaje de mi pecho, luego corrió hacia mi con intención de eliminarme definitivamente con sus garras, sin embargo pude concentrarme de nuevo, preparé mis Misiles y le disparé uno muy cerca de él, cuyo impacto hizo que el Yautja saliera disparado hacia atrás y emitiera un grito de dolor.

El Yautja cayó al suelo y se quedó ahí, inmóvil, sangrando de su pierna derecha una sangre de color verde fluorescente. Recuperé el equilibrio, me quité la lanza encajada en mi pecho y caminé lentamente hacia él, apuntándole; estaba cada vez más cerca, cada paso mio se iba haciendo más lento, hasta que quedé justo delante de la criatura. Vi su máscara fijamente, entonces noté que estaba unida a su rostro por medio de un par de cables que se dirigían por detrás de su larga cabellera; removí uno de los cables y de él salió un chorro de vapor, sabiendo así que ese casco estaba presurizado, luego quité el otro cable, entonces, lentamente, le quité la máscara y pude ver su verdadera cara.

No voy a mentir, era feo de verdad. Su frente era grande y brotaban una serie de púas, sus ojos pequeños y su boca era más rara aún: estaba rodeada por cuatro colmillos puntiagudos que se podían abrir en "flor". ¿Cómo lo supe? Bueno, no es que lo haya tocado, pero sí que despertó y con sus garras cortó el blindaje de mi abdomen, yo retrocedí y el Yautja se levantó, para luego romper el suelo dañado a causa de mi misil y huir por la red subterránea del metro de la ciudad. Me dispuse a seguirlo, aunque ya no podía seguir arriesgando a que mi Traje recibiera más daños, pues estaba a punto de destruirse, así que lo desactivé y quedé únicamente con mi Traje Deportivo (NOTA DEL AUTOR: Se refiere al Justin Bailey azul de Metroid Fusion). Cabe mencionar que la explosión dañó permanentemente su dispositivo de invisibilidad, ya que antes de huir vi que trató de activarlo sin éxito alguno, además estaba dejando un rastro de su sangre brillante, por lo que sería fácil encontrarlo.

Lo malo del asunto es que en ese estado yo estaba completamente desarmada, ni siquiera llevaba mi Paralizador conmigo (vamos, me encontraba en una ciudad llena de gente que podía pensar mal), fue cuando vi la lanza de mi enemigo que me saqué del pecho, la tomé y averigüé su funcionamiento en cuestión de segundos: presionando con fuerza con la palma de mi mano ambos filos se retraían, para volverlos a sacar tenía que presionar de nuevo. Sabiendo esto, salté hacia la oscuridad del subterráneo, a terminar lo que empezamos.

Todo estaba oscuro, la única iluminación provenía de la luz del metro, algo que me beneficiaba para ver la sangre verde con facilidad, rastro que daba hacia una vía muerta en construcción, habiendo más adelante lo que debía ser una porción de terreno sin ocupar, pero no vi la luz del sol, sino una luz color blanco y vapor. Caminé con precaución y pude ver un lugar completamente artificial, siendo los muros y suelo metálicos, un calor como el que hacía en la ciudad, entre otras cosas, pero algo me llamó mucho la atención.

Caminando, llegué a una sala redonda abierta cuyo suelo estaba cubierto por el vapor, en una porción del muro vi lo que parecían ser huesos y cráneos, algunos de ellos eran humanos, otros eran de otras criaturas que nunca había visto, pero lo que me sorprendió fue uno en concreto: era un cráneo alargado con colmillos y una lengua que tenía más colmillos; recordé entonces los sucesos que viví anteriormente en aquella estación abandonada llamada WY, cuando me enfrenté a aquella criatura que me acechó durante mi investigación, aquella que mató a toda la tripulación de una manera grotesca, aquella de la que apenas pude escapar... ¿por qué había un cráneo de esa criatura? Un trofeo del Yautja, seguramente, pero entonces... bueno, es algo que explicaré en otra historia.

Observando las ornamentas, noté una presencia detrás de mi, sabía que era él, me giré y lo vi. El Yautja Élite procedió a desarmarse: soltó sus shuriken y el resto de su armamento, salvo sus garras, para luego rugir como antes.

- ¿Me querías? Aquí me tienes. - dije, activando la lanza que tenía en mis manos.

Cuando entrenaba con los Chozo, ellos me instruyeron en el manejo de diversas armas de cuerpo a cuerpo, entre ellas la lanza, así que sabía lo que debía hacer. Atacamos al mismo tiempo, intercambiando diversos golpes mientras los bloqueábamos. Mi oponente me dio un golpe directo con sus cuchillas que pude detener con el mango de la lanza, él intentaba romper mi defensa al seguir empujando mientras mis brazos iban retrocediendo poco a poco, acercando esas cuchillas hacia mi cara; un Yautja es físicamente superior a un humano, pero yo estaba resistiendo gracias a la fuerza que me da mi sangre Chozo.

Antes de que no pudiese aguantar más, desvié su ataque hacia la izquierda y le di una patada en el vientre que lo alejó de mi, usé esta oportunidad para hacer un ataque directo con el filo del arma, pero el cazador pudo reaccionar rápido, alzó su brazo derecho y expulsó una de sus cuchillas de muñeca directamente hacia mi a una velocidad considerable que pudo acertar y se encajó en mi hombro izquierdo, quedando inmovilizado y causándome un molesto dolor que me impidió seguir luchando con la lanza.

Al poder recuperarme del dolor, el Yautja apareció delante de mi y me dio un puñetazo en la cara que me derribó al suelo e hizo que soltara mi arma, intenté levantarme varia veces, en todos esos intentos el enemigo me pisoteaba fuertemente en el estómago y me pateaba en las costillas. Creyendo que ya me había vencido finalmente, el Yautja preparó su única garra que le quedaba para alzarse con la victoria; yo no sabía cómo responder a ello, hasta que volví a sentir el dolor de mi brazo y vi la cuchilla encajada y manchada de sangre, se me había ocurrido una idea.

El cazador dio una última estocada que iba dirigida a mi cara, pero pude hacerme a un lado, y con mi mano derecha logré removerme la cuchilla del hombro y con ella pude clavársela en el pecho. El Yautja enemigo retrocedió y comenzó a hacer sonidos diferentes a los que había escuchado, intentando detener el flujo de sangre verde que brotaba como agua de grifo; sin perder tiempo me levanté del suelo, tomé la espada que mi enemigo dejó en el suelo para luchar un último duelo y lo ultimé cortándole la cabeza, su cuerpo cayó al suelo y aún se seguía moviendo un poco, pero al final pude vencerlo. Cansada y herida, caminé al centro de la sala y me arrodillé para recuperar un poco de fuerza.

- Harper, me debes 150, 000 unidades, ja ja. - dije en voz baja, contenta de haber podido completar la misión, sin embargo mi sonrisa se borró cuando alcé la mirada y vio a otro Yautja justo enfrente mio.

Me puse de pié y me preparé para otra batalla, pero luego vi que mi alrededor aparecieron más de ellos que desactivaron su camuflaje, me estaban rodeando cerca de una docena de cazadores, pero enseguida pude notar que ninguno de ellos tenía intención de luchar.

- ¿También quieren un poco? Bien. ¡Venga! - exclamé.

Ninguno se movía, excepto uno que era diferente a los demás y al que me enfrenté, era el único que no portaba una máscara, la tenía en su hombrera derecha, tenía el cabello de color azul, las púas de su frente eran mas notorias y pronunciadas que mi enemigo, además llevaba una larga capa roja con distintos adornos metálicos en esta prenda y en el resto de su armadura. Por todos estos elementos, supuse que era el líder del grupo, quizá aún superior al cazador que vencí. Éste ser, que mi visor detectó como Yautja Líder, caminó hacia la lanza que dejé caer, la tomó y se me acercó a mi, yo estaba un poco tensa, pero algo me decía que ya estaba fuera de peligro, así que bajé la espada y esperé lo siguiente. El Líder tomó la lanza del mango, la colocó delante de mi y retrajo los extremos filosos, por la posición en que la sostenía pude saber que quería dármela, así que la tomé, luego el Líder dio media vuelta y se volvió invisible junto al resto de su grupo.

Entonces una puerta secreta detrás de mi se abrió y pude ver el sol del atardecer, salí afuera y volteé atrás para descubrir que me encontraba dentro de una nave de gran tamaño que permanecía oculta por un sistema de invisibilidad instalado en la nave. Me alejé unos pasos y vi a la nave despegar del suelo, hasta perderse en las estrellas.

Caso resuelto. El Cazador, junto a Mogar y su secta han caído, la paz había vuelto de nuevo a Ferronova. Estaba agotada y con heridas en mi cuerpo, así que llamé a mi nave no solo para regenerarme y guardar mi premio, sino para ir al hospital y avisar a Harper de las nuevas noticias, aunque pude notar que no se alegró del todo, pues tenía una deuda conmigo que tendría que pagarme pronto, pero pudo recuperarse pronto y volver al servicio policíaco donde lo recibieron con una botella de vino. Sirrel, el soldado de Mogar que fue hospitalizado, fue arrestado luego de sanar. El Alcalde y el resto de los altos mandos de la comisaría me agradecieron mi cooperación, pagándome la deuda desde las arcas de la ciudad.

Sin embargo, aún quedan cosas que no me quedan claras, específicamente de los Yautjas. Me premiaron con el arma de mi enemigo por matarlo, cuando pudieron vengar su muerte atacándome entre todos, ¿será alguna especie de regla entre ellos? No lo sé, pero algo es seguro: en un nuevo capítulo de mi vida sucederá una nueva historia, donde podré conocerlos más.

[]

- Madre, todos nuestros hermanos de la galaxia han sido localizados, estamos listos. - dijo una voz serpentina y siniestra, mientras continuaba hablándole mentalmente a alguien, o algo. - Nos extenderemos hacia todos los rincones del cosmos, contando gracias a la "ayuda" de nuestros nuevos "aliados", estos seres que se hacen llamar Piratas. Sin duda ellos tienen un curioso espécimen, ese ser gelatinoso y flotante que mata al contacto. Podemos tomar control de ellos y de estos Piratas gracias a sus Ondas Cerebrales, Madre. - finalizó.
- Entiendo. Ha llegado la hora. ¡Hijos míos, prepárense para la guerra! - dijo la otra voz, mentalmente.

Próximamente. Metroid V: Cosmic War.

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